Hay diversos motivos por los que se valora una empresa como: para iniciar un proceso de compraventa de empresa, para determinar el valor de las acciones o participaciones, para adquirir participaciones de otros socios, para determinar el valor del patrimonio personal o familiar, por conflictos o litigios, ente otros.

Si desea iniciar un proceso de venta de empresa debe saber que una valoración de empresa es fundamental para saber el rango de valor de su empresa y posteriormente salir al mercado.

Para valorar una empresa es importante conocer el modelo de negocio, entender la operativa de la empresa, conocer los principales inputs que generan valor en la empresa, conocer los planes a corto y mediano plazo, así como la capacidad de generación de caja.

Existen diversos métodos de valoración, los más utilizados son el método de múltiplos comparables, método de últimas transacciones y el método de descuento de flujo de caja libre. Este último es técnicamente más aceptado, puesto que toma en cuenta toda la operativa de la empresa, sus planes para los siguientes años, así como considera el riesgo asociado a la empresa.

Una valoración de empresa es una opinión de asesores financieros, que tienen en cuenta la información de la empresa, de mercado así como la coyuntura al momento de realizar la valoración.

Muchas veces se confunde precio con valor, por ejemplo hay propietarios que fijan un precio por su empresa, sin haber valorado la empresa previamente, comentan que son conocedores de la empresa y por ese motivo piden un precio determinado, o porque tienen 5 hijos y piden 5 millones por la empresa.

Sin embargo el precio final es producto de un proceso de negociación y lo que un inversor está dispuesto a ofrecer por la empresa. Nuestra recomendación es si está pensando en vender su empresa, valore su compañía previamente, servirá para defender un proceso de negociación y tendrá más argumentos para defender y obtener un mejor precio por su empresa.